[CRÍTICA] ‘Star Wars: The Last Jedi’: la divergencia de un mito.

Dirigida por Rian Johnson, ‘The Last Jedi’ supone la octava película de la franquicia principal y una vuelta de tuerca al universo Star Wars que todos conocemos. Después de un ‘Episodio VII’ que jugaba con la nostalgia del espectador, se esperaba con muchas ganas esta nueva continuación de la franquicia y el esperado desarrollo de sus personajes principales. ¿Habrá Funcionado?

La malvada Primera Orden se ha vuelto más poderosa y tiene contra las cuerdas a la Resistencia, liderada por la General Leia Organa (Carrie Fisher). El piloto Poe Dameron (Oscar Isaac) encabeza una misión para intentar destruir un acorazado de la Primera Orden. Mientras tanto, la joven Rey (Daisy Ridley) tendrá que definir su futuro y su vocación, y el viejo jedi Luke Skywalker (Mark Hamill) revaluar el significado de su vida.

En este sentido ‘The Last Jedi’ se puede definir como un producto arriesgado teniendo en cuenta la franquicia a la que pertenece. Rompe con la dinámica clásica de la saga, para ofrecernos una estructura narrativa diferente, más pausada que anteriores entregas y estructurada en base a dos historias que suceden de modo coetáneo hasta converger. 

Johnson, apuesta por el desarrollo de los personajes presentados en la anterior entrega y en este aspecto también arriesga en la resolución de algunas subtramas planteadas en el anterior film. Mas acertado o no, lo cierto es que Johnson rompe todos los esquemas en este sentido y deriva la franquicia hacia algo que necesariamente se tendrá que valer por la originalidad y donde ya no puede haber ese apoyo nostálgico hacia las películas clásicas de la saga.

Pero centrándonos en este ‘Episodio VIII’, cumple en cuanto a efectos especiales, el argumento es ciertamente más interesante que el de la anterior entrega, y resuelve varios de los conflictos planteados. Los personajes mejor parados siguen siendo Rey y Kylo Ren, la primera sigue una senda lógica para con el personaje, muy acertada y con una resolución de sus orígenes totalmente alejada de cualquiera de las teorías con las que se especulaba. Kylo, sin duda, es el personaje que sale más reforzado del film al conseguir alejarse totalmente del arquetipo ‘Vader’, para convertirse en algo nuevo, que puede gustar más o menos, pero sin duda se agradece que vaya por otros derroteros.

Poe Dameron también sale reforzado en esta entrega y Mark Hamill, ahora sí, consigue coronarse como Luke Skywalker, los mejores minutos del film son suyos, con algún cameo sobresaliente. El resto de secundarios pasan sin pena ni gloria, donde Finn sale muy perjudicado, con un desarrollo que se siente indiferente. 

‘The Last Jedi’ se siente diferente casi desde el principio, el debate entorno a lo nuevo y lo viejo es constante en todo el film así como lo que significa realmente se un Jedi o no, con una crítica también hacia el tráfico de armas y la desigualdad social que pilla por sorpresa en una película como esta. 

En definitiva siendo un film bien dirigido y montado, este octavo episodio se siente como algo diferente para ser un film Star Wars, más pausado, más introspectivo y más alejado del dinamismo clásico de la saga. Una apuesta arriesgada por parte de su director y guionista (Johnson) que no a todos los fans gustará, pero que a un servidor le ha convencido, al sentirse que es algo diferente y que por fin la saga puede empezar a desmarcarse de su propio mito.

PD: El momento ‘plancha’ sublime.

NOTA: 7.5

Por Joaquín Muñoz (@JoaquinMGLoL)

Visitas

232