El pasado jueves 3 de noviembre asistimos
a la inauguración de la V Edición del Festival Márgenes. Tan extraño como
necesario, el festival regresa cada año más fuerte e interesante, con una exhibición
que une diversos países y ciudades y en la que la programación (después de su
exhibición en salas) siempre se puede consumir online. El joven festival sigue
reivindicando y dando a conocer el cine que le da nombre, el maravilloso cine
de los márgenes.
Después de la ceremonia de
inauguración, donde se le entrego el Premio Márgenes a una actriz de la talla
de Emma Suarez, se procedió al pase de la película inaugural
O futebol, una de las películas más
destacadas de los pasados festivales de Gijón y Locarno. Dirigida por
Sergio Oksman (recordemos el cortometraje
Una
historia para los Modlin), la película cuenta la vuelta del propio director en Brasil
para reunirse con su padre después de largos años separados, durante el pasado
mundial de fútbol.
Como ya es una práctica habitual
en este tipo de cine la fina línea que
separa realidad y ficción no es ni fina ni línea, los dos términos no existen y
quedan cada vez más anticuados y erróneos. A medida que se van sucediendo los partidos y
de forma simultánea a estos descubrimos al padre del director, un futbolero acérrimo,
tan cascarrabias como interesante. Sin embargo, un giro dramático digno del
guión más ficcional (la palabra vuelve a aparecer) sucede, la salud del padre
empeora drásticamente durante la grabación del documental. ¿Sobrevivirá a la
fatal eliminación de Brasil ante Alemania por 1-7?
No sabemos si es un trozo de vida
cierto, si es un trozo de vida pactado, si es un documental o si es una ficción
y además, nada de esto nos debe interesar porque
O futebol tiene más vida dentro que medio Hollywood junto y, lo
mejor, logra transmitirla. Os dejamos en la siguiente foto con uno de esos planos que resumen toda una película.
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