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14 de febrero de 2014

Alabama Monroe: Porque la vida nunca es tan generosa


The Broken Circle Breakdown, más conocida como Alabama Monroe ha sido una de las películas europeas más sonadas del año y con razón. La película, dirigida por Felix Van Groeningen y nominada a los Oscars como mejor película extranjera, es un duro melodrama con las típicas características del cine europeo que tiene muchas cualidades  y pocos, aunque bien visibles, defectos.

Alabama Monroe va sobre el amor y la muerte. Los dos temas más importantes de cualquier tipo de expresión artística. La historia es la típica, la hemos visto muchas veces, pero bien contada no deja de ser desgarradora. Elise y Didier son una pareja que se enamora, se casa y tiene una hija, Maybelle. A los seis años la hija contrae un cáncer terminal.


Así se resume el argumento de esta película, pero no nos quedemos ahí. Aunque algunos le critican, con todo el derecho, el tratar un tema sentimental y facilón para llegar al espectador, la película se asienta sobre una calidad fuera de toda duda. Por qué porque no hacer algo cuando se hace muy bien. Eso parece pensar Alabama Monroe.

La película no se centra en la enfermedad de la hija, se centra en sus padres, la pareja formada por dos actores que en esta película están sobresalientes. Didier, interpretado por Johan Heldenbergh, es un joven músico de un grupo country, amante de los Estados Unidos, ateo y romántico. Elise es una joven tatuadora de la que se enamora Didier, una chica arrolladora, creyente, vitalista y fresca que, además,  demuestra una gran voz al unirse al grupo de música country de Didier. Elise, interpretada por una espectacular Veerle Baetens es, sin duda, lo mejor de la película. La protagonista del film se adueña de todas las escenas en las que participa, emocionándonos y naturalizando acciones que nos resultarían irracionales con una interpretación menor, además de protagonizar números musicales realmente notables junto al resto del grupo.  La actriz, que ganó el premio a Mejor Actriz en los Premios de Cine Europeos, imponiéndose a fuertes favoritas como las protagonistas de la Vida de Adèle está francamente fantástica.


Este film no trata sobre el simple drama que vive una pareja ante la grave enfermedad de una hija, la película calcula la fuerza del amor ante la crueldad de la vida. De esta forma, vemos la historia de Elise y Didier desde que se conocen hasta que tienen a su hija enferma con siete años e incluso unos años más adelante donde se desarrolla otro punto del argumento que no revelaré. La historia de amor, preciosa a ratos, muy real a otros y también con toques de humor y música es mezclada con la tristeza, crueldad, locura, rencor  y odio que traen los acontecimientos.


Mediante un montaje realmente preciso y adecuado, sin un orden lineal, la película no para de dar saltos temporales que nos llevan desde los momentos más dramáticos a los más divertidos. De esta forma, la película no nos muestra una historia dramática para que nos emocionemos contemplándola sino que nos obliga a comparar diversos momentos de la vida de esas dos personas que ríen, lloran, se enamoran y sufren ante nuestros ojos. Sin liar absolutamente nada, la película avanza manteniéndonos en todo momento atentos a esta historia sobre el amor, puesto a prueba ante la vida. No nos encontramos ante una película cursi o sensiblera, sino ante un film muy equilibrado, capaz de mezclar escenas  antagónicas con gran sabiduría que despierta la mente del espectador. De esta forma, la película no insiste en un estado o en otro, no te hunde con media hora de cáncer, ni te aburre con otros tantos minutos de idilio amoroso. Observamos todos los años de esa relación, comparando y juzgando el film y las emociones que despierta en nosotros. 


Normalmente, una película con un tema así de delicado cae en la sensiblería o en el excesivo minimalismo y seriedad para no caer en la ya citada primera opción. Van Groeningen toma el camino correcto, el del medio. Sin miedo a emocionar, pero sin artificios, muestra los elementos dramáticos de la historia simple y llanamente como creé que pasarían.

Además de ser un gran drama, que difícilmente no te hará un nudo en la garganta, también es una simpática historia de amor, muy bonita y veraz, interpretada por dos actores con una química realmente alucinante. El final, juntando el amor y la muerte como el resto del film y de notable fuerza emotiva cierra la historia de forma notable. 


Muy buenos números musicales, una actriz que regala una interpretación arrolladora, un gran montaje y los dos temas más importantes, el amor y la muerte, puestos uno frente al otro en esta interesante película Belga. Se estrenara el 14 de febrero en España, supongo que en escasas salas, pero si no tienen miedo al drama, siempre que sea bueno, intenten ver Alabama Monroe.

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